Agile Testing

Observabilidad: vista a frente, manos al volante

Recuerdo lo emocionante que era en mi preadolescencia, la idea de subirme por primeras vez a un vehículo para tener la posibilidad de iniciar la marcha del mismo, la sensación de control y poder que me generaba aquel motor de 1.300 cc de ese clásico Renault 4, era más que suficiente para sentirme realizado en ese momento de mi vida. Lo que no podía prever en esos instantes de euforia, era la cantidad de información que se necesitaba conocer de ese pequeño vehículo para poder llegar a afirmar que tengo algo muy cercano al “control y gobierno del mismo”.

Desde una perspectiva poco tecnológica y más enfocada al negocio, podría equipararse esta misma situación a lo que pasa dentro de un área de TI que carece de la visual suficiente de su infraestructura y que la aleja de un concepto cercano a un buen gobierno de Ti. Actualmente las área de TI están sufriendo una serie de desgastes físicos y emocionales en tareas que no están generando valor para la organización y por el contrario se centran en un día a día que va postergando la migración y exploración de nuevas tecnologías y nuevas formas de hacer las cosas.

Imaginemos que en mi emoción de conducir por primera vez, decido emprender un viaje Bogotá – Cartagena ignorando cada uno de los componentes de tablero de control de este vehículo y sin saber qué mensajes o alertas me quieren trasmitir cada una de estas herramientas; sería un golpe de suerte que me permitiera llegar a buen término sin saber en qué estado se encuentra los lubricantes del motor, los niveles de agua, los niveles de temperatura, niveles de combustible, etc. El resultado más probable es que en los primeros 500 Kilómetros de recorrido el carro no pueda continuar por falta de combustible, exceso de temperatura o en el peor de los casos por desgaste excesivo del motor al no tener en cuenta los niveles de presión de aceite. Tener una visual correcta de lo que está pasando con el vehículo, hacer las lecturas en el momento justo, me permiten tomar las decisiones correctas para que el vehículo tenga su desempeño óptimo, no generar desgastes acelerados y cumplir con mi objetivo.

Esta misma perspectiva debe aplicarse a un área de TI, una empresa no puede darse el lujo de tener retrasos entre sus puntos de integración o transmisión de datos; tener una visual de qué está pasando en tiempo real, generar las alertas correspondientes y poder tomar las decisiones en el mismo momento en que se genera dicho evento, es lo que se puede considerar como un ecosistema observable óptimo, de lo contrario estaríamos como aquel que vive ingresando su vehículo cada mes al taller porque cada vez le falla algo diferente, pero no tiene un panorama claro y general de que está pasando realmente. Debe entenderse la observabilidad empresarial como un todo, como ese conjunto de herramientas que le permitan a los tomadores de decisiones, tener la visual necesaria para saber qué está pasando por el ecosistema tecnológico de su organización, identificar los puntos y momentos críticos, automatizar respuestas y soluciones, y activar a sus equipos de trabajo en el momento justo para evitar impactos a cada uno de los usuarios finales de este ecosistema tecnológico

Arquitecturas ajustadas a la organización

Está claro que al igual que un vehículo, un sistema de observabilidad le permite a las organizaciones tener la visual clara de lo que está pasando en su ecosistema tecnológico, sin embargo en la transición tecnológica de las organizaciones no se trata solo de automatizar procesos o implementar nuevas tecnologías aisladas de las necesidades de la organización. Por ejemplo, Imaginemos que la casa ensambladora de Renault decide lanzar el nuevo Renault 4 2022, y que en este proceso deciden usar las mismas herramientas del tablero de control que tenía su antecesor R4 modelo 1979, sería un poco ilógico, por no decir que descabellado a nivel de ingeniería pensar en una situacion asi. Para cada modelo existirán elementos que ya no se ajustan a la realidad de sus diferentes entornos. El modelo 1979 contaba con un tablero que se ajustaba a mediciones muy básicas como Presión de aceite, carga de la batería, Check Engine, velocímetro y luces de direccionales; lo que era más que suficiente para tener una visual clara del funcionamiento básico de un motor tan sencillo como lo era el de la época. Pero si pensamos en el nuevo modelo, sería casi que imposible contar con estas mismas mediciones teniendo en cuenta que las nuevas características del vehículo han cambiado drásticamente, y este nuevo modelo debe contar con lecturas más precisas a nivel de velocidad, control de autonomía para motores electricos, sensores de entorno que le permiten al vehículo interactuar con el camino de forma más eficiente e inteligente, sensores y alertas de proximidad para frenado automático etc, en definitiva las herramientas de cada modelo deben ajustarse a las necesidades propias del funcionamiento de cada vehículo y la interacción que estos tengan con sus respectivos entornos.

Bajo esta misma óptica se puede hablar de la necesidad que tienen las áreas de TI de las organizaciones, de ajustar sus proyectos de transformación digital, en cuanto a la habilitación de ecosistemas observables, en una realidad actualizada de la empresa y del mercado en el cual se desarrolla.

En la actualidad la organizaciones de diferentes sectores, tienen la posibilidad de extraer información de los ecosistemas observables usando datos específicos que pueden apoyar decisiones de negocio por ejemplo un banco puede tener en una sola transacción miles de millones de dólares y de este tipo de pueden generar seguramente 30.000 o 50.000 transacciones por día debido a la estructura de su modelo de negocio, sin embargo en un Ecommerce de Retail, puede estar generando 1 millón de transacciones de 20 o 30 dólares en un solo dia; ahora la data aprovechable en cada caso es completamente diferente, mientras un banco puede monitorear, desde la observabilidad, el número y monto de transacciones que salen o entran a una cuenta para generar alertas de posibles fraudes o lavado de activos, en el caso del Ecommerce, esta data puede verse desde las transacciones de determinado portal transaccional para generar una campaña de fidelización con aquellos clientes más frecuentes de dicha empresa. Este es el típico caso de misma data, organizada de dos formas diferentes para mercados diferentes. Esto es lo que permite a las organizaciones migrar a modelos de autonomía cada vez más avanzados y que al final de cuentas permitan tener mejores experiencias de usuarios internos y externos.

Conclusión

La observabilidad ofrece cientos de herramientas a nivel de gobierno de TI que pueden impactar de forma positiva las organizaciones, ofreciendo una panorámica clara de los sistemas nerviosos de las mismas y permitiendo utilizar esta data para decisiones no solamente de infraestructura tecnológica, sino también a nivel de decisiones del negocio mismo.


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Referencias

Observabilidad, un nuevo super poder para la empresa